¿Qué es la Industria 4.0?
Cuando hablamos de la Industria 4.0, I4.0 o simplemente I4, hacemos referencia a una hipotética revolución industrial. Una revolución que está prevista para esta tercera década del siglo XXI.
Esta cuarta etapa de la industrialización vendrá capitaneada por la inteligencia artificial. Se convertirá, sin duda, en la piedra angular de esta nueva era. La acumulación y el procesado de grandes cantidades datos provenientes de la interconexión de grandes sistemas y dispositivos digitales definirá esta “nueva industria”.
En esta cuarta fase se prevé el desarrollo de las “fábricas inteligentes”. Capaces de adaptarse de una manera autónoma a la demanda de producción, permitirían una mejor gestión de los recursos materiales y energéticos.
Principios de diseño y objetivos
Existen cuatro principios de diseño para orientar a las empresas en la implementación de escenarios de industria 4.0.
- Interconexión: Se refiere a la capacidad de máquinas, dispositivos, sensores y personas de conectarse y comunicarse a través del internet de las cosas o IoT.
- Transparencia de la información: La transparencia aportada por esta tecnología facilita a los operadores el tomar decisiones acertadas, basadas en grandes cantidades de información.
- Asistencia:
- Capacidad de los sistemas de asistir a los humanos mediante la acumulación y visualización de información para tomar decisiones informadas.
- Capacidad de los sistemas ciberfísicos de llevar a cabo tareas que no son agradables o seguras para los humanos.
- Decisiones descentralizadas: Los sistemas deberán ser capaces de tomar decisiones por sí mismos y realizar sus tareas de la manera más autónoma posible. Solo en ciertas excepciones o conflictos, las tareas deberán ser delegadas a un nivel superior.
Consideraciones para la implantación de la Industria 4.0
La ciberseguridad es uno de los principales desafíos para este mundo interconectado. Cada vez más fábricas y sistemas estarán conectados a la nube y expuestos a posibles ataques.
Además, los perfiles de recursos humanos también se verán modificados. Pronto se necesitará más personal con capacidad analítica y de toma de decisiones que gestione, opere y mantenga estos sistemas.
El gran reto para las empresas pasa por saber gestionar esta transición. Además, será imprescindible aprovechar al máximo los potenciales beneficios que nos ofrece la Industria 4.0.
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