La industria 4.0 es una evolucion de la automatización industrial. Permite optimizar los procesos de una empresa, a través de máquinas o procedimientos capaces de llevar a cabo diferentes tareas o procesos industriales de forma automática, sin necesitar la intervención humana ni estar presente en el proceso de producción. Esto se traduce en una mayor eficiencia, rapidez, seguridad y en una mayor competitividad en las empresas que aplican la automatización industrial.
La automatización industrial se aplica a la fabricación, gestión de procesos, servicios y/o de información y ofrece múltiples ventajas. La automatización y control industrial son protagonistas en esta industria 4.0, especialmente en las plantas de producción, distribución y logística.
La automatización de procesos industriales puede adaptarse a las necesidades de cada empresa. Así puede cumplirse con las especificaciones técnicas correspondientes y garantizar el mejor rendimiento.
Aunque la automatización industrial está estrechamente ligada al sector de la robótica, la realidad es que la automatización de procesos industriales puede adaptarse a las necesidades de cada empresa. Así puede cumplirse con las especificaciones técnicas correspondientes y garantizar el mejor rendimiento.
De este modo, la aplicación de la automatización industrial se puede llevar a cabo en diferentes industrias:
- Textil.
- Electrónica.
- Alimentaria.
- Automotriz.
- Agrícola.
- Farmacéutica.
- Química.
- Mobiliaria.
- Metálica.
¿Cómo aplicar la automatización industrial en una empresa?
Según el tipo de empresa y sus necesidades, existen diferentes tipos de sistemas de automatización industrial:
Sistemas de automatización fijos
Son sistemas de automatización y control industrial diseñados específicamente para llevar a cabo un proceso. Por lo general realiza de forma repetitiva y tiene un volumen de producción muy elevado.
La ventaja de los sistemas de automatización fija es que son rápidos, precisos y seguros. Por otro lado, su principal inconveniente es que estos sistemas son fijos y no admiten cambios de ningún tipo. Esto hace que sean altamente recomendables para la realización de procesos con altos volúmenes de carga y una baja variabilidad.
Sistemas de automatización flexible
Los sistemas de automatización flexibles se adaptan a múltiples configuraciones de productos. Están controlados por ordenadores y pueden programarse en función de la tarea a desempeñar. Son muy ventajosos para la fabricación de diferentes elementos con distintas características.
Sistemas de automatización programables
Los sistemas de automatización programables se controlan mediante programas formados por diferentes instrucciones codificadas que son interpretadas por una máquina para ejecutar la tarea correspondiente. Totalmente flexibles, se pueden reconfigurar con total libertad. Además, son muy recomendables para industrias con una baja producción, pues el proceso de reconfiguración es complejo y requiere de tiempo.
Beneficios de la automatización industrial para tu empresa
Implantar un sistema de automatización industrial aportará múltiples beneficios a tu empresa, garantizando unos mejores resultados con un coste menor.
Aumento de productividad
Al automatizar los procesos industriales y permitir una producción continuada, minimizando la necesidad de presencia humana, las empresas con automatización industrial aumentan su productividad, reduciendo los tiempos de producción y garantizando la máxima calidad.
Además, a esto hay que sumarle que no baja el rendimiento después de horas de trabajo continuo, algo que sí puede ocurrir cuando los procesos son llevados a cabo por personas.
Mayor precisión
La automatización aumenta la precisión de los procesos, superior a cuando se realizan de forma manual, ya que al realizarse de forma automática y programada, se reduce el riesgo de que se cometan errores humanos.
Con la automatización se monitorizan en tiempo real todos los datos relacionados con el proceso de producción, lo que permite detectar rápidamente y de forma automática cualquier error o imprevisto que pudiera surgir. De esta forma, cuando un proceso está depurado, la realización de tareas se lleva a cabo de forma idéntica e ininterrumpida.
Mayor consistencia
Con los sistemas de automatización los procesos productivos son más duraderos, estables y sólidos, ya que las máquinas y ordenadores trabajan a un ritmo constante y continuo.
Flexibilidad
La automatización y control industrial ofrece una mayor flexibilidad a los procesos productivos y facilita la implementación de nuevas tareas, ya que reprogramar una máquina es mucho más rápido y sencillo que formar a los trabajadores.
Aumento de seguridad
Al reducir la intervención humana, la automatización reduce los riesgos laborales y aumenta la seguridad, lo que se traduce en una mayor tranquilidad tanto para la empresa como para los trabajadores.
Ahorro de costes
La automatización de procesos industriales ahorra costes a la empresa, ya que reduce el personal necesario en una cadena de producción, aumenta la eficiencia energética y el uso de las materias primas, reduciendo los costes asociados a suministros y stock. Además, al aumentar la seguridad, se ahorran los costes derivados de las bajas laborales de los trabajadores.
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